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El corazón y la entrada a la presencia de Dios
Rev. Erasmo Escudero (Panamá)
"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque
de él mana la vida" (Prov. 4:23)
El corazón es aquella área de nuestro ser donde sólo
nosotros sabemos lo que hay. Por esto debemos conocer la importancia de
tener un corazón correcto y en orden para adorar en espíritu y en verdad.
I. El Templo (II Crónicas 29)
El deseo por la casa del Señor (Salmos 27:4, 23:6, 69:9, 84:10)
Las puertas (2 Crónicas 29:7)
¿Sabes por qué haces, lo que haces?
Dentro (2 Crónicas 29:16)
- ¿Podríamos mostrarle a otros nuestro interior?
- ¿Tenemos algún cuarto del desorden?
- ¿Dejaríamos al Señor entrar a ese cuarto para que lo ordene?
- ¿Cuánto tiempo se tomaría poner orden en ese lugar?
Después de la limpieza, ¿qué?
Arrepentimiento sincero. Luego de quemar nuestra inmundicia entonces
entraremos a gozarnos en compañía del Señor.
La celebración
- Cuando el corazón está arreglado, cuando se ha entrado, cuando hemos
pedido y recibido perdón, las cosas están preparadas para una verdadera
fiesta.
- La adoración resulta entonces como una expresión exterior de algo que ha
sucedido interiormente.
- La adoración puede ser fingida o aprendida "fuego extraño"
(Levítico 10:1,2)
La entrada a la presencia de Dios
¿Cuál es la fórmula adecuada?, ¿La alabanza o la
adoración?, ¿Hay una fórmula para los cultos?. No hay fórmula para lo
que se llama "el culto de adoración". No hay una manera
"correcta", ni "incorrecta" de entrar a la presencia del
Señor; solo hay la manera de Dios, y su manera es probablemente diferente
cada vez. El líder debe tener una profunda vida de oración y cultivar la
sensibilidad al Espíritu de Dios para discernir lo que Dios quiere en cada
culto.
La alabanza no es tanto la venida de Dios a la presencia de los creyentes
como la entrada de éstos, a la presencia de Dios.
"Pero tú eres Santo, tú que habitas entre las alabanzas de
Israel" (Salmos 22:3)
- La presencia producida.
- Dios habita en la alabanza (se entroniza en ella)
- La alabanza como condición.
"Porque Jehová a elegido a Sión; la quiso por habitación para sí.
Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he
querido" (Salmos 132:13,14)
La responsabilidad del adorador. – La responsabilidad de todo adorador
dentro de la congregación es contribuir positivamente al culto de adoración.
- Ministrar al Señor. "Alabad al Señor" (Salmos 150:1)
- Prepararse para la adoración. (Salmos 51:3)
- Dedicarse a la oración. (Mateo 6:21)
- Frecuentar el lugar de adoración. (Hechos 10:25)
- Traer una ofrenda. (Salmos 96:8)
- Invertir energía. "Poned gloria en su alabanza" (Salmos 66:2)
- Motivación propia en la alabanza y la adoración. (Lucas 24:25)
- Convertir las canciones en una alabanza del corazón a Dios.
- Adorar a pesar de las distracciones. (salmos 34:1)
- Ser adorador toda la semana. Hay que permanecer en su presencia de
continuo. (salmos 91:1).
- No confundir la adoración con ser adorador.
El costo de la alabanza.
- Se requiere energía
- La preparación. "Quién subirá al monte de Jehová y quién estará
en su lugar santo?. El limpio de manos y puro de corazón (salmos 24:3-4).
- El tiempo.
- "Ay de los reposados en Sión" (Amós 6:1)
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